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Los sabios entenderán y apoyarán, los demás difícilmente…

La traducción no es una solución

Una traducción es costosa y toma mucho tiempo.

Los cargos de la UE en Bruselas necesitan 4000 traductores e intérpretes. Eso cuesta alrededor de 1,2 mil millones de € al año. Pero esa cantidad es evidentemente sobreestimada.

Paradójicamente - por sus consecuencias - la más costosa puede ser el no traducir información importante, que por complicaciones, falta de tiempo y costo de la traducción, ciertamente ocurre.

¡Una traducción no es posible siempre y en todas partes!

Un contacto humano personal siempre era y será, en ciertos casos, insustituible.

Por ejemplo, la colaboración de dos firmas, si ello es eficaz, entonces exige crear un clima de confianza recíproco entre los poseedores o guías de las dos firmas. Esa relación no surge alrededor de la mesa de tratado. La intimidación ocurre, generalmente, durante las cenas o banquetes de las compañías, donde entre comida y bebidas se habla acerca de asuntos no especializados, y los representantes de ambos lados amistan poco a poco. Sólo después, en base a la adquisición del conocimiento personal y de una confianza recíproca, se trata mucho más fácilmente acerca de asuntos comerciales. Éstas experiencias, aunque desconocidas para el público, son totalmente esenciales.

Imagina que ese contacto, por el conocimiento lingüístico, debería realizarse mediante un intérprete. El resultado positivo esperado sería absurdo, y por supuesto fracasa.

El resultado es inestable desde la colaboración, pérdida de un comercio, falta de realización de nuevos proyectos.

A eso se le relaciona directamente con la baja de ingresos, baja de aprovechamiento, la falta de creación de nuevos lugares de trabajo, a la no introducción de nuevos productos o tecnologías. Nadie podría medir las consecuencias de los tratos no exitosos.

Pero que los proyectos importantes no se realizan por falta de conocimiento o conocimiento insuficiente de una lengua, está fuera de toda clase de duda. La habilidad de competencia de la economía europea por supuesto sufre mucho por eso.

Aún una situación más mala, está en los tratados políticos internacionales. La historia muestra muchos ejemplos de tratados no exitosos y de consecuencias graves que resultaron en eso.

Un tratante estatal sin un conocimiento lingüístico perfecto trata con menos condiciones ventajosas 

¿Quién juzgará cuántas oportunidades fueron frustradas en un trato lingüísticamente insuficiente por tratantes compententes?. Es sabido, que el conocimiento lingüístico insuficiente disminuye la capacidad cualitativamente, tratar y convencer al lado contrario de un beneficio propio. Esa clase de tratante, por supuesto, se avergüenza por su expresión lingüística insuficiente, por ésta razón, él voluntariamente asiente por las condiciones no óptimas.

La nación, por supuesto no sabrá nada de eso, y las condiciones tratadas son presentadas como en la mayoría, alcanzables. ¿Cuántos contratos no ventajosos la República Checa ya ha firmado por ésta razón?

¿Y qué cantidades de dinero pierden los ciudadanos diariamente por eso?. También durante la salida del eurocomisario V. Špidla a Bruselas, su esposa declaró: „¡Vladimir aprenderá el inglés durante cinco meses!" Eso sólo prueba que aún entre altos estratos sociales no se comprende absolutamente el problema lingüístico.